
Este
mediodía, con la celebración de la eucaristía, finalizó el cursillo de
discernimiento vocacional en el Seminario Diocesano. Una veintena de
adolescentes, jóvenes y adultos, participaron en el mismo, venidos de
distinos puntos de la geografía diocesana. Ratos de oración, retiro,
charlas, dinámicas de grupo, actividades lúdicas,deporte, testimonios
vocacionales, excursiones, encuentro personal con los formadores y
algunas cosas más, han ido llenando estos cinco días en los que, cada
uno a su edad, han tratado de dar respuesta a una pregunta fundamental:
¿Qué quieres Señor de mí?
Ahora queda el tiempo de verano
para acaba de madurar la opción de ingresar el próximo curso en el
Seminario. Sin duda, una razón más para comprometernos en la promoción
de las vocaciones al ministerio sacerdotal y en la oración para que el
dueño de la mies, no deje de enviar obreros a sus campos.